María Sabina Magdalena Garcia nació el 22 de julio de 1894 entre una familia de curanderos tradicionales asentados en la Sierra Mazateca en Huautla Oaxaca, en donde llevó una vida humilde y sencilla, sembrando el maíz y el frijol y cuidando de los animales de corral que ella consumía.

Fue una curandera, sanadora, partera y conocedora de las hierbas medicinales utilizadas desde épocas precolombinas.

Su amplio conocimiento de la herbolaria y sobre todo de los hongos alucinógenos, le llevó a una fama nacional e internacional, con el reconocimiento de los intelectuales de ser una mujer sabia.

Maria mencionaba que las hierbas que utilizaba las encontraba en lugares sagrados de las montañas, pero todos estos hongos y hierbas los daba a tomar a la gente, previa preparación de uno, dos días y hasta una semana porque necesitaba trabajar con cuerpos sanos, limpios de alcohol, cigarro y otras sustancias. «Los sanaba con agua y hierbas”. Las ceremonias milenarias en las cuales curaba a sus pacientes siempre las hacía de noche, porque de día, no podía concentrarse del todo por los ruidos.

A María Sabina le gustaba sanar y curó a varias personas que llegaron de toda la República y de otros países, ella nunca les cobraba a sus pacientes y se apoyaba en lo que las personas le dieran por voluntad propia.

Aunque tuvo muchos simpatizantes del movimiento hippie, la curandera trascendió más allá como una mujer espiritual que sanaba a la gente, hierbas, cantos y en prolongadas ceremonias milenarias. 
Maria Sabina nunca se interesó por aprender el dialecto castellano y toda su vida se comunicó hablando su lengua original el mazateco por lo que sus pacientes foráneos siempre la visitaban acompañados de un traductor.

Se rumora que entre sus pacientes conocidos fueron miembros de The Beatles, Bob Marley, los Rolling Stones, The Doors, Aldous Huxley, Bob Dylan, El Tri y hasta Walt Disney. Debido a que fue conocida en el mundo occidental gracias al investigador norteamericano Robert Gordon Wasson y su esposa Valentina Pavlovna, considerados los padres del estudio de los hongos, quienes han escrito invalorables libros, estudiando entre otros los usos de la amanita muscaria, que se representa en figuras arqueológicas y en los cuentos tradicionales de niños con su sombrero rojo y pintas blancas.

En palabras de Gordon Wasson la describe como: «La señora que está en la plenitud de su poder y se comprende pues ella sola había logrado salvar a sus hijos de todas las espantables enfermedades que se abaten sobre la infancia en el pueblo mazateco, y nunca se había deshonrado utilizando su poder con fines malévolos o lucrativos …nosotros hemos comprobado que se trata de una mujer de rara moral y de una espiritualidad elevada al consagrarse a su vocación, y una artista que domina las técnicas a su cargo. Se trata verdaderamente de una personalidad.»

Gordon Wasson tuvo su primer contacto con ella en 1955, y a partir de allí el comenzó a publicar sus experiencias en revistas y libros, e inclusive patrocino la grabación de un disco que registra los cantos de Sabina durante una ceremonia (“Mushroom Ceremony of the Mazatech Indians of Mexico”, 1957. Smithsonian Folkways Recordings); otro libro escrito por Wasson es titulado: «The Wonderous Mushroom»; uno de los hongos empleados en las ceremonias del «Hongo Sagrado», antes no habían sido clasificado, por lo que lo catalogó con el nombre científico de psilocibe wassonni. Así fue como Robert Gordon se convirtió en el mejor amigo de Maria Sabina.

Álvaro Estrada, un vecino de María Sabina y conocedor del mazateco, fue la persona ideal para registrar este testimonio biográfico de la renombrada mujer. Dado que María Sabina no hablaba castellano, las personas occidentales que la visitaron hubieron de valerse siempre de intérpretes para comunicarse con ella, cosa que dificultaba la redacción de un trabajo biográfico como el presente. Estrada, nacido en Huautla y aprendió el castellano en la escuela, y poseedor de una vocación literaria al mismo tiempo, fue la persona idónea para llevar a cabo esta tarea. Espectador de primera línea de los aconteceres que sucedieron en Huautla de Jiménez desde el redescubrimiento del uso sagrado de los hongos por occidentales, y consciente de la relevancia de la figura de María Sabina para el mundo de los académicos, emprendió una serie de conversaciones con ella que dieron como fruto este pequeño libro, que es a la vez una gran joya de sinceridad, sencillez y proximidad. En él Sabina narra su infancia llena de carestía en este pequeño pueblo de Oaxaca, su temprano conocimiento la sabiduría de los hongos, sus matrimonios y el nacimiento de sus hijos, su vocación chamánica y su trabajo de sanar, el encuentro con R.G. Wasson y lo que aconteció en el pueblo después.

Luego de su muerte el día 22 de noviembre de 1985, Maria Sabina fue honrada por su pueblo y reconocida en el mundo por varios intelectuales, aun cuando en vida padeció miseria e incomprensión por el oficio que ella eligió. María Sabina es un símbolo de búsqueda y perseverancia; un modelo inspirador para aquéllos que desean encontrar su camino de conocimiento y sabiduría hacia el contacto con la naturaleza y nuestra cultura milenaria.

Lamentablemente la imagen de Maria Sabina ha sido utilizada por muchos vulgares charlatanes que se quieren aprovechar de la fama que tuvo esta humilde y sabia señora.

En 1979 se realizó una película documental a cargo de Nicolás Echeverría (exhibida luego de 25 años de su filmación) donde se muestran todos los rituales milenarios con lujo de detalles, incluyendo sus cantos y la enunciación de las fuerzas e identidades a las que Maria sabina convocaba para curar los males de sus pacientes.
Puedes ver este documental en el siguiente enlace: https://youtu.be/NLKJEF4V1cQ
Maria Sabina, canción de El TRI: https://youtu.be/dxTWOs_x938